Líder y cambio
¿Por qué si la vida es un continuo cambio nos cuesta tanto procesarlos? ¿Es algo que todo líder conoce y maneja?

LinkedIn Twitter Facebook WhatsApp
Enero 2020

Hojas_Otoo_1980_x1200.jpg

La respuesta a esta última pregunta es que teóricamente sí, pero lo que nos encontramos con demasiada frecuencia es que aún hay muchos líderes que imponen los cambios y esperan que el paso del tiempo y la resignación de sus empleados surta efecto.

Cuando aparece algún conato de rebelión, echan mano del poder que el puesto les otorga y tratan de cortarlo culpando al empleado de no saber adaptarse al cambio y a los nuevos tiempos, lo que genera una nueva amenaza, esta vez encubierta.

Preparar para el cambio es esencial porque cambiar es difícil. Supone enfrentarnos a la incertidumbre y a lo desconocido, representa una amenaza a nuestro status quo, perdemos la seguridad de lo que teníamos. El cambio implica una pérdida de control que activa nuestras emociones más primitivas relacionadas con la supervivencia. Pueden surgir dudas de si nuestros recursos serán suficientes para enfrentar lo nuevo, si habrá otros que lo harán mejor, si el cambio se debe a que lo que hacíamos, lo hacíamos mal, si supondrá una pérdida de nuestra posición, o si uno ya no vale para resolver los retos de la organización y ve amenazada su continuidad en la misma.

Todo esto se activa con mayor intensidad cuando la necesidad de cambio no surge de uno mismo, sino que las circunstancias u otros lo imponen. Aún así, vemos también con mucha frecuencia cómo se intentan implementar cambios sin apenas informar y hacer partícipes a los afectados de la necesidad de realizarlo, como si por no ofrecer información y espacios de elaboración del mismo, la resistencia al cambio fuese a desaparecer. Para Outzinkers “Ver más allá de lo obvio” implica trabajar con los factores de resistencia al cambio.


Ángeles Barragán

LinkedIn Twitter Facebook WhatsApp