Liderazgo inteligente
Un recurso muy potente para mejorar tu forma de dirigir y liderar

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December 2019

Si alguna vez has cambiado de empresa lo habrás notado.

¿Te acuerdas de los primeros días? ¿No te descubriste pensando, "qué cosas más raras hacen aquí?".

Al cabo de un tiempo, perdiste esa mirada. Algo parecido sucede si viajas por extraños lugares.


Billete_Camboya.jpg

En esencia, lo que ocurre es que, en un entorno extraño, muchas de tus experiencias son nuevas y, por tanto, todavía no las has cargado de significado. Percibes con detalle los elementos presentes y las acciones, lo que está ocurriendo. Es la mirada que te hace que, al observar por primera vez un billete de un país exótico, sobresalga su dimensión artística, que, en cambio, está desaparecida al mirar un billete de 50 euros, cargado de otros significados.


Los seres humanos necesitamos dar un orden a nuestras experiencias. Ese orden tiene que ser coherente con experiencias pasadas, lo que sabemos del mundo, etc. y ser racionalmente sólido, basado en la razón.


Por ejemplo, vemos a un hombre con un comportamiento extraño, nos confunde, racionalizamos: "este hombre está loco; está borracho" , etc. En realidad, no sabemos si está loco o borracho, pero de momento ya hemos puesto orden en esa experiencia.

Ese orden creado por nosotros, simplificación del mundo, nos hace accesible, pensable y manejable la enorme cantidad de información que nos llega sin parar. A costa de perder precisión, objetividad, ganamos capacidad de relacionar, manejar y hasta crear nueva información.


Una enorme habilidad que a veces resulta contraproducente. Nos aleja de lo que realmente está pasando y, al interpretar ciertas situaciones, lugares, personas, nos convertimos en el personaje del chiste que al escuchar en la radio hay un loco conduciendo en dirección contraria por la autopista, él responde: "¿uno? ¡Pero si son miles!"

Todas las decisiones que tomamos, buenas y malas, están basadas en una previa evaluación situacional basada en esa habilidad. Todas.

Por esto, si eres un directivo mucha de la calidad de tu trabajo (y bienestar) reside en lo bueno que seas usando esa habilidad. Que es lo mismo que decir lo bueno que seas reduciendo sus efectos colaterales negativos. Debes saber que un entorno “muy racional” como es tu empresa, por muy tecnológica que sea su actividad, no reduce ni un ápice los efectos indeseables de la habilidad. Esto solo lo consigue el desarrollo de tu propia capacidad para ser consciente de ellos, es decir el desarrollo de tu pensamiento crítico.


¿Por qué el pensamiento crítico ya es considerado una de las tres habilidades esenciales para dirigir y liderar? Porque te capacita para tomar las mejores decisiones (informadas) dadas las circunstancias (ajustadas al contexto)en entornos cambiantes. Y además, de momento está fuera del alcance de la I.A.


Javier Fidalgo

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